La historia de la mítica ave capaz de renacer de sus propias cenizas tiene variaciones según épocas históricas y culturas alrededor del mundo. A pesar de esto, el Fénix siempre esta ligado a una concepción de esperanza y de resurrección espiritual. Es universalmente un símbolo de inmortalidad. Forma parte del simbolismo de la alquimia, ya que renace del fuego.
El Ave Fénix generalmente es caracterizada como un águila con plumas de brillantes colores, que luego de vivir 500 años y al sentir que llega la hora de su fin, se dirige hacia un altar preparado especialmente para él por un sacerdote. Forma una especie de nido en donde debe encajar su cuerpo, que luego de prenderse fuego él mismo al avivar las llamas con sus alas y quedar sólo
reducido a cenizas, renace una pequeña larva que tras un par de días se convierte de nuevo en un pájaro joven. Vive y se alimenta sólo del rocío, por eso representa la delicadeza ya que no lastima a ningún otro ser vivo.
Proviene de los desiertos de Libia y Etiopía, aunque su nombre está en griego: “Phoenix”, que significa rojo. Para los griegos esta ave mitológica es el único ser vivo que resiste la tentación de probar la fruta prohibida del paraíso del Edén. Por causa de una pizca de fuego que libera la espada envuelta en llamas del arcángel que destierra a todos, el Fénix se rodea de éste y se provee del don de la
inmortalidad. Es el papel principal que juega el ave, renacer de sus propias cenizas. El Fénix muere para renacer
con toda su gloria.
En la mitología egipcia el Ave Fénix, al que llamaban Benu, representa al sol. Muere en la oscuridad de la noche, y renace con el alba de la mañana. En este caso el simbolismo más fuerte que se le adjudica es la de la
esperanza, “mañana será otro día, habrá otro amanecer tras la noche”.
En la versión oriental el Fénix es conocido como Garuda, que en idioma sanscrito significa el pájaro de la vida. Es considerado el carro del dios hindú Vishnu. Es encargado de llevar las almas hacia un lugar de luz, para su posterior reencarnación humana. Se puede encontrarlo en el relato épico hindú de Ramayana.
En China es conocido como Feng-Huang y simboliza la integridad, la unión del yin y el yang. Es considerado ser del sol que representa el fuego, la paz, la justicia, obediencia y fidelidad. En este caso no renace sino que directamente es inmortal, y aparece en tiempos sin calma para traer
paz y prosperidad.
En el cristianismo el Fénix es comparado con la historia de Cristo. Ya que resucita en un ser nuevo y puro que trae esperanza y redención, es utilizado como similitud de la Pasión y resurrección de Cristo. Por esto también es un símbolo para la religión y cultura cristiana.
También es nombrado en toda la historia de la literatura de una manera u otra. Se debe a que de todos los seres de la mitología antigua es el que provoca un sentido de perdurabilidad del ser, de esperanza y de
libertad espiritual y mental. Su simbolismo deja un legado importante y cargado de ilusiones positivas que llevan a un estado de paz y tranquilidad.
